lunes, 29 de noviembre de 2010

LA EDUCACIÓN BANCARIA

    El término educación bancaria fue incorporado por Paulo Freire para referirse a aquella educación en donde la dialogicidad entre el maestro y el alumno es nula, debido que a los educandos se les ve como  «depositarios» del saber acumulado y transmitido(sin derecho al cuestionamiento o análisis) por parte de los docentes.

    En este tipo de educación existe una clara violencia simbólica y un mecanismo de aparato ideológico de estado reproductor de las ideologías dominantes. Freire era bastante claro al expresar sus ideas en relación al sistema educativo asociado a la enseñanza tradicional, en la que predomina una pedagogía opresora dominante que impide el desarrollo autónomo de la sociedad. De este modo, la educación bancaria es una educación oligárquica en la cual dificilmente los oprimidos lograrán su libertad y su integralidad.

¿Qué podemos hacer para cambiar esta situación?

Haciendo una crítica a los principios rectores y a los cambios sociales que hemos experimentado durante estos últimos años, podemos señalar que se debería reformular algunos de estos principios, tomando en cuenta a las minorías e involucrando a toda una comunidad. Tal es el caso de los homosexuales, las etnias que forman parte de esta sociedad chilena y que cada vez son más, de esta manera se podría romper la brecha educativa y excluyente, que instaura una sutil discriminación, acentuándose en las aulas de nuestros colegios y liceos con agresiones verbales, golpes físicos, maltratos psicológicos por parte de los actores educativos ya sean profesores alumnos y apoderados. Es una realidad bastante triste que nos incita a reflexionar y a ser capaces de proponer nuevas ideas, metodologías que logren generar un cambio en la convivencia escolar sin dejar de lado el trabajo que debemos hacer como ciudadanos en la sociedad en la que estamos inmersos pensando cómo ser individual que vive en comunidad.


Hemos hablado de la problemática social que afecta a la educación manifestándose como un circulo vicioso en donde ya todo está establecido, pero qué pasa con la escuela, el lugar en donde se “forman” nuestros ciudadanos para desarrollarse y vivir en sociedad. El tema es mucho más complejo de lo que se cree, no basta con subvencionar proyectos educativos, hacer más colegios o tener buenos profesores, sino que debemos crear conciencia, inculcar una mentalidad positiva de la educación esto a través de nuevas estrategias en donde podamos trasmitir una mentalidad amigable con respecto a la educación y para eso debemos tener actores involucrados de verdad para poder realizar un cambio concreto. De esta forma enseñaremos a pensar de una manera critica nuestros actos individuales primeramente, y luego como país.
Concluyendo con esta mirada como sociedad y con nuestra convivencia, lo planteado por el ministerio de educación y dentro del marco de las políticas de convivencia, los principios rectores deberían reformularse para realmente abarcar a la sociedad en su conjunto, pensando que cualquier chileno que se encuentre en cualquier parte del país, pueda sentirse identificado y satisfecho de saber que está presente en la sociedad y en el derecho natural de educarse y crecer con plena libertad de expresión.

¿Cómo se relacionan con los procesos transitorios que experimenta nuestra sociedad en el contexto actual?

Estos parámetros están relacionados con valorar y educar de manera integra a todo ser humano no importando su condición y género. Cada idea mencionada, plantea supuestos bosquejos idealistas, que en la práctica quedan simplemente como un punto culmine en donde la convivencia se da de manera casi utópica, como si de una historia cinematográfica se tratara. Este pensamiento se funda en la idea de una convivencia en armonía y sin conflicto en donde el respeto y el amor al otro son fundamentales.
Sin embargo, lo anteriormente planteado es una de las tantas aristas que el sistema educacional no ha tomado en cuenta al momento de formular estas políticas y en este caso, los parámetros de convivencia. Otro de los temas en cuestión, es el poco compromiso al momento de plantear estos principios y en la educación en general, siempre se habla de actores educativos como personas externas, involucrados en la lejanía, una contradicción por lo demás ya que, como bien plantea el marco de la política de convivencia, es tarea de todos generar un cambio y contribuir a un mejoramiento de nuestras interrelaciones.
Si entramos a comparar lo que se estipula en la política educativa, podemos ver que muchos de los principios rectores no se cumplen o bien no se obtienen los resultados esperados, esto es por la falta de compromiso como anteriormente señalábamos, además de que en muchos colegios no se genera un vinculo entre todas las partes involucradas (padres, alumnos y profesores) y a todo esto, cabe señalar el factor social, la carga emocional, el estrés, la vida agitada y esa lucha constante por ganar “algo” en donde se manifiestan comportamientos individualistas que no contribuyen a una sociedad en comunidad y en donde cada día se nos hace más difícil vivir juntos.

Los Principios Rectores Y Orientadores En La Política De Convivencia Escolar

Los principios rectores de la convivencia escolar y social marcan la pauta para ejecutar los parámetros de convivir en armonía con los otros, en una sociedad diversa, en donde se establecen relaciones en cada momento de nuestras vidas.
Es así, que se crea la política de convivencia escolar, con el objetivo de enmarcar los principios que llevan a una convivencia general, englobando las ideas básicas para vivir en armonía.
Esta política de convivencia escolar, reconoce un conjunto de principios rectores orientados en la ética y basados en un marco legal institucional, los cuales se definen en ocho ideas fundamentales para una convivencia positiva, instaurando las nociones básicas para aportar a una mejor interacción social.

1.      Todos los actores de la comunidad educativa son sujetos de derecho
2.      Los niños, niñas y jóvenes son sujetos de derecho
3.      La educación como pleno desarrollo de la persona
4.      Convivencia democrática y construcción de ciudadanía en la institución escolar
5.      La convivencia escolar: un ámbito de consistencia ética
6.      Respeto y protección a la vida privada y pública y a la honra de la persona y de su familia
7.      Igualdad de oportunidades para niños y niñas, mujeres y hombres
8.      Las normas de convivencia: un encuentro entre el derecho y la ética.

Una película que deberías ver

    Escritores de la libertad
    Al ser asignada a la zona sin ley de una escuela destrozada por la violencia y la tensión racial, la maestra Erin Gruwell lucha contra un sistema que no brinda contención a los jóvenes, para hacer que la escuela cobre importancia en la vida de sus alumnos. Así, al contar sus historias y escuchar las de otros, un grupo de adolescentes, a quienes supuestamente es imposible enseñarles algo, descubrirán el poder de la tolerancia, reivindicarán su vidas destrozadas y cambiarán su mundo.
    Este film nos relata la cruda realidad de una escuela conflictiva a la cual llega la profesora Gruwell, quien se ve enfrentada a situaciones complejas en el aula a causa de la intolerancia y la falta de respeto de sus estudiantes. Lo importante de esta película es el ejemplo de reversión de una situación que parecía difícil de cambiar. Recomendable como testimonio de vida para la formación de nuestro desempeño docente.
http://www.cinemahd.org/pelicula-escritores-de-libertad-freedom-writers-2007-online

Reflexión acerca de la dinámica social que se establece hoy en nuestro país en torno a la violencia y el conflicto

Actualmente, nuestra sociedad se encuentra en un desfase o incoherencia en cuanto a su discurso y la realidad misma. Resulta importante el paso de la dictadura a la democracia, pero resulta más curioso el individualismo que se ha generado en esta transición. Si bien se ha incrementado el tema de los derechos humanos y se ha suprimido la violencia física como método corregidor, se ha generado una violencia social mucho más dañina en la cual prima el arribismo del sistema neoliberal. Las personas han dejado de preocuparse por el bien común y han abandonado la memoria colectiva; cada uno se preocupa de ganar un salario adecuado para solventar a su familia (el único proyecto común que nos va quedando) y nadie o casi nadie es capaz de preocuparse por un problema que no le afecte directamente, nadie se involucra en causas sociales y no tiene tiempo para mejorar o luchar por causas justas de carácter social. Las largas horas de trabajo han disminuido la comunicación entre pares, incluso dentro de la familia, en la cual cada miembro se preocupa de su rol y sus problemas.
La política educativa actúa como una especie de orientador y articulador de las acciones que promueven  una buena convivencia. De este modo instauran una serie de parámetros que “deberían” cumplirse: respeto por la diversidad, participación activa en la comunidad, colaboración, autonomía y solidaridad. Esta política demás tiene un sentido estratégico ya que además promueve la actitud valórica.
Teniendo en cuenta la política, el sistema estatal no ayuda a la realización de ésta si tenemos en cuenta su manera de solucionar los conflictos ciudadanos, la represión, desigualdad y estigmatización social sólo generan más violencia; cárceles, reformatorios, manicomios, etc. no hacen más que aislar los problemas sin darles real solución para insertarlos. La política de convivencia escolar “contiene las orientaciones éticas, valóricas, y operativas que permitirán disponer de un instrumento de planificación efectivamente sistémico “, esto permite que los autores involucrados definan sus responsabilidades y sean parte del sistema, lo que consideramos correcto y necesario siempre y cuando exista un trabajo común y responsable entre todos los actores sociales. Debemos tratar los conflictos en fondo y forma, teniendo en cuenta la retroalimentación que se produce en cada parte del cuerpo social.
Escrito por Valeria Silva y Ana Belén Poblete.

¿Cómo solucionar el conclicto en el aula?

    En relación al desarrollo de conclictos de convivencia en el aula, creemos que lo principal es trabajar en las sanciones que se le aplican al alumno. En el momento que ocurre, debemos presentarle la importancia necesaria al niño que lo provoca, actuar comprensivamente y recurrir al dialogo en los momentos posteriores; introducirnos en su vida y brindarle apoyo. Luego, creemos que es vital asignarle algún rol que le permita sentirse parte del sistema y adquirir responsabilidad. Del mismo modo debemos trabajar con el curso en general en el aspecto de la tolerancia; es importante conocer la realidad y punto de vista de cada alumno, para que junto con el profesor, se entiendan mutuamente. Realizando mesas de diálogo y actividades recreativas basadas en los intereses de cada alumno, fomentando una actitud valórica, podemos generar que los estudiantes se interrelacionen y conozcan la vida de cada cual.  La participación del alumnado es vital, por lo que debemos incentivar la opinión y el debate respetuoso. Este aspecto nos ayudará también a conocernos entre los participantes del proceso educacional.

Escrito por Valeria Silva y Ana Belén Poblete.