lunes, 29 de noviembre de 2010

¿Qué podemos hacer para cambiar esta situación?

Haciendo una crítica a los principios rectores y a los cambios sociales que hemos experimentado durante estos últimos años, podemos señalar que se debería reformular algunos de estos principios, tomando en cuenta a las minorías e involucrando a toda una comunidad. Tal es el caso de los homosexuales, las etnias que forman parte de esta sociedad chilena y que cada vez son más, de esta manera se podría romper la brecha educativa y excluyente, que instaura una sutil discriminación, acentuándose en las aulas de nuestros colegios y liceos con agresiones verbales, golpes físicos, maltratos psicológicos por parte de los actores educativos ya sean profesores alumnos y apoderados. Es una realidad bastante triste que nos incita a reflexionar y a ser capaces de proponer nuevas ideas, metodologías que logren generar un cambio en la convivencia escolar sin dejar de lado el trabajo que debemos hacer como ciudadanos en la sociedad en la que estamos inmersos pensando cómo ser individual que vive en comunidad.


Hemos hablado de la problemática social que afecta a la educación manifestándose como un circulo vicioso en donde ya todo está establecido, pero qué pasa con la escuela, el lugar en donde se “forman” nuestros ciudadanos para desarrollarse y vivir en sociedad. El tema es mucho más complejo de lo que se cree, no basta con subvencionar proyectos educativos, hacer más colegios o tener buenos profesores, sino que debemos crear conciencia, inculcar una mentalidad positiva de la educación esto a través de nuevas estrategias en donde podamos trasmitir una mentalidad amigable con respecto a la educación y para eso debemos tener actores involucrados de verdad para poder realizar un cambio concreto. De esta forma enseñaremos a pensar de una manera critica nuestros actos individuales primeramente, y luego como país.
Concluyendo con esta mirada como sociedad y con nuestra convivencia, lo planteado por el ministerio de educación y dentro del marco de las políticas de convivencia, los principios rectores deberían reformularse para realmente abarcar a la sociedad en su conjunto, pensando que cualquier chileno que se encuentre en cualquier parte del país, pueda sentirse identificado y satisfecho de saber que está presente en la sociedad y en el derecho natural de educarse y crecer con plena libertad de expresión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario